Masoneria ante la sociedad

La sociedad en la que vivimos esta formada por una amalgama de profesiones, creencias, usos y costumbres que forman una diversidad que parece que nos impide avanzar. Nadie asume responsabilidad respecto a la educación, formación y crecimiento de la comunidad en la que se vive, se da por hecho de que es obligación de las escuelas o de las familias exclusivamente. Así cada uno desde su trinchera defiende su parcela sin tener en cuenta a su vecino y sin pensar en las consecuencias que esto genera.

Aunque la mayoría de los miembros de la sociedad no estén conscientes o no crean que el compromiso social sea parte de sus obligaciones diarias, la masonería si trabaja en construir una mejor sociedad. Como asociación se dedica no sólo al desarrollo integral de sus miembros, sino a encauzar dicho progreso al bien de la humanidad en general. Promueve sus mejores esfuerzos en lograr que la sociedad reciba estos beneficios y estimule su propia evolución independientemente de que sean o no miembros de la orden.

A diferencia del profano que está confinado por preocupaciones laborales, económicas, familiares, etc. Que le impiden saberse responsable directo del desarrollo de la sociedad en la que vive; nosotros tenemos toda una tradición histórica que no se queda archivada en aulas y bibliotecas, sino que está viva y presente entre nosotros, es la base sobre la cual está formado este templo y que nos dice con una voz muy sutil, de donde venimos (aquí hay siglos de historia viva), quienes somos (hombres libres que buscan la virtud) y hacia donde vamos (al progreso del individuo y de la humanidad).

La masonería, de este modo, promueve actividades filantrópicas a gran escala, como complemento de los beneficios que se considera se deben brindar a la comunidad.

Como por ejemplo:

La “Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Místico Santuario”, mejor conocida como la “Orden de los Shriners”, se centra hacia la atención de los niños con problemas de huesos y quemaduras, teniendo 22 hospitales en el mundo, con la mejor calidad en atención médica, son gratuitos y prefieren atender a la población de escasos recursos.

La “Orden de los Cedros del Líbano” se dedica a la creación de orquestas musicales, desarrollando además programas filantrópicos regionales, con gran dedicación personal.

La “Orden de Jester”, crea lazos de mucha amistad, basados en una actitud de completa alegría personal. Como la formación de equipos profesionales de payasos, para amenizar hospitales y circos, obteniendo fondos extras para sus programas filantrópicos.

La “Orden de las Hijas del Nilo” es una organización creada para las esposas de los shriners, y está principalmente encauzada a la obtención de recursos para apoyar al sostenimiento de los hospitales,

Independientemente de pertenecer o constituir organizaciones filantrópicas, cada uno en nuestras actividades diarias más allá de los deberes que profesionalmente adquirimos, tenemos que estar conscientes del compromiso social que tenemos y formar vínculos de cultura, recreación, trabajo comunitario e interacción social en casi todos los campos del quehacer humano es parte de nuestro deber.








Javier Güemes Meijueiro