viernes, 26 de marzo de 2010

Capilla Sixtina


Chequen el recorrido virtual por este emblematico recinto Arquitectonico en el Vaticano.
sigan o peguen el Link http://www.vatican.va/various/cappelle/sistina_vr/index.html

lunes, 22 de marzo de 2010

EL RITO FRANCÉS Mitos y Realidad


LA MASONERÍA CAPITULAR ES TAN ANTIGUA COMO LA MASONERÍA MISMA; SABEMOS QUE ÉSTA NOS VIENE DE INGLATERRA EN LOS AÑOS 1725 Y QUE, DESDE ESA ÉPOCA, EL GRADO DE “MAESTRO” ES
CONSIDERADO COMO UN “ALTO GRADO” CONCLUYENDO EL CURSO QUE CONDUCE DEL APRENDIZ AL COMPAÑERO. PERO LA MUERTE DE HIRAM NO PUEDE SER QUEDAR SIN CONSECUENCIA, Y MUY TEMPRANO,EN LOS AÑOS 1750, SE DESARROLLAN ESCALAS DE GRADOS QUE TENDRÁN POR FUNCIÓN VENGAR LA DESAPARICIÓN DEL MAESTRO.
Habrá que volver hacia la Historia que no solamente hace entender el pasado, sino que domina el presente. La Masonería aparece en Londres en 1717, en el movimiento de la Royal Society; ella sólo tiene por objeto reunir, en una Inglaterra llamada Reino Unido después de la anexión de Escocia, a los hombres “libres y de buenas costumbres” que, sin que importen sus confesiones particulares, tienden a trabajar por el bien común. De golpe todo lo que divide es suprimido de la Asociación, la política, la religión y la mujer. Esos factores de discordia son puestos entre paréntesis; lo que importa es el comercio, el commercium. Hay que hacer notar, aparte, que las Constituciones llamadas de Anderson no asignan ninguna meta a la Institución y que, en el espíritu de su tiempo, ellas se conforman solamente con separar de la Asociación “al ateo estúpido y al libertino irreligioso”.

Sin querer volver sobre esta fórmula cien veces comentada, haré observar que nos encontramos inmersos en el régimen de la civilización cristiana y que, a pesar de la separación protestante, Europa está dominada por el Romanismo católico. El ateo es estúpido porque él no comprende que su interés es fingir la creencia, y el libertino, perdido en su particularismo, olvida lo que reúne - ¡quodreligat!
Desembarcando en Francia, vía Dunkerque o Burdeos, la situación no es la misma, y la hija natural del protestantismo como decía Lantoine, tendrá que acomodarse al régimen de pensamiento impuesto por Luis XVI. La revocación del Edicto de Nantes está todavía en vigor. La masonería se hace católica, pero sin estados de alma. Cien testimonios confirman que ella fue ortodoxa en materia de política y de religión y que no pretendió jamás comandar en el Te Deum o manifestar su pertenencia al poder. Era la única condición que se le exigió para existir.

LAS LOGIAS CONVIVENCIALES
Para tener una idea del paisaje masónico en los años precedentes a la Revolución, citaré dos testimonios que permiten corregir la vista retrospectivaque algunos se hacen para definir la misión fijada por el Gran Oriente, en los momentos de su constitución, es decir, en los años 1772-1773. El primero es el testimonio de María Antonieta que responde a las inquietudes de su hermana concerniente a la Orden masónica en Austria.

“Yo creo que te inquietas mucho sobre la Francmasonería en lo que concierne a Francia; Ella está lejos de tener aquí la importancia que puede tener en otras partes de Europa, por la razón de que todo el mundo lo es; sabemos así todo lo que pasa; ¿Dónde está el peligro? Tendríamos razón de alarmarnos si fuese una sociedad secreta y política; el arte del gobernar es al contrario dejarla expresarse y ver que no es más de lo que es en realidad, una sociedad benéfica y de placer; donde se come mucho, se habla y se canta, lo que le permite al Rey decir que donde la gente canta no se conspira; no es sin duda una sociedad de ateos declarados , porque, tal
como me dijeron: Dios está en todas las bocas; se practica mucho la caridad, se cuidan los niños de los miembros pobres o fallecidos; se casan sus hijos; no hay nada de mal en eso. Días pasados, la princesa de Lamballe fue nombrada Gran Maestra en una Logia; ella me contó todas las bellas cosas que le dijeron, pero se vaciaron tantos más vasos como se cantaron coplas”.

El segundo testimonio es el del marqués de Chefdebien —Eaques a capite galeato en la masonería reformada— que en un texto desconocido titulado: Disquisiciones masónicas presenta la Logia como un lugar de convivencia, ajeno “a todas esas masonerías complicadas y científicas”. Él se refiere a los múltiples regímenes que se desarrollan exponencialmente en los años 1760. El banquete copioso y alegre, precisa, es el verdadero desenlace de todos los preludios en donde habíamos recibido parientes y amigos, y se permite a título de prueba algunas travesuras inocentes. Finalmente este desenlace a la vez picante y honesto se concluye por algunos actos de beneficencia y liberalidades que los Hermanos no se privan de ejercer en calidad de masones y como hombres sensibles y bien criados.
Estos dos textos, que son testimoniales, presentan la logia como un lugar de sociabilidad y a la masonería como una institución de beneficencia y lo que llamaremos luego la iniciación, es descrita como una travesura inocente. Estos testimonios que podrían completar otros como los del marqués de Luchet y los del varón de Tschboudy, atestiguan que la masonería de la Ilustración -aquella de la que somos, para bien o para mal, los herederos- está más ligada a los valores que son extensivos a la Humanidad, los de beneficencia y de urbanidad, que a los valores filosóficos o religiosos y mucho menos esotéricos, incluso si es verdad que muy pronto, - tenemos el ejemplo con el Capítulo de Clermont -, una masonería paralela se va a desarrollar dándose por misión el completar los grados simbólicos tal como fueron descritos por primera vez en la Masonería diseccionada de Samuel Prichard.

CONDE DE CLERMONT
Esta alta masonería es incontestablemente de origen francés; no se encuentran trazas de ella en Inglaterra y las referencias a Escocia son todas ellas posteriores. Agregaremos que ella no concierne más que a un número extremadamente reducido de masones y si creemos a Daniel Ligou, la masonería Templaria o Reformada no aglutina en Francia sino a unos doscientos Hermanos. ¿A qué necesidad respondería ella? Un intento de respuesta fue dada por el conde de Clermont que era el Gran Maestro de la Orden hasta 1771; He aquí lo escrito por una gaceta del 15 de marzo de 1774:
“Dicen que el conde de Clermont está muy enojado por no poseer mandato (…) Así tendría tiempo de hacer fortalecer la Orden de los francmasones de la cual él es el Gran Maestro. Él ha proyectado nuevas constituciones tanto para los hermanos como para los maestros de logias. Él debe alejar a todo el que no es un gentil hombre o un buen burgués. Se ha dicho que sobre este punto la policía ha detenido a varios
que exigían dinero a los recipiendarios. Todo se hará en lo sucesivo con nobleza y
dignidad”. Además de hacernos saber que es el conde de Clermont quien llamó a la policía, este testimonio nos enseña que, en los años 1740, sin ser por lo tanto popular, la masonería se desarrollaba en el tercer orden de la sociedad, lo que tiene por efecto contrastar el prejuicio nobiliario del conde de Clermont. Añadamos que el Capítulo de Clermont es indudablemente la primera estructura de los Altos Grados masónicos, lo que nos lleva a pensar que lo que devendría la matriz del Escocismo obedece a una lógica de clase que pretende separar al pueblo del Arte Real. Esta hipótesis que apuntala la correspondencia del Gran Maestro publicada por Clément o por el Abate Pérau que evoca la masonería de “faubourgs” es el indicativo de una fractura que retumbará desde esa época y por largo tiempo en la masonería. Pero la empresa será vana y en ese panorama, veremos pronto desarrollarse una masonería capitular inscrita en el hilo de los tres grados simbólicos y, en particular, el de Maestro.
LAS FUNDACIONES
Cuando el Gran Oriente se constituye sobre los escombros de la Gran Logia, su primer gesto es de asegurarse de la regularidad de las logias de su correspondencia, verificando sus patentes; tan sólo algunos Maestros de Logia expulsados, rechazaron plegarse a la regla impuesta por el Gran Oriente y se constituyeron en el Gran Oriente de Clermont que perdurará hasta 1779, fecha en la cual se operará una reunificación de la masonería francesa; la segunda preocupación del Gran Oriente será la homogenización de los Altos Grados que estaban peligrosamente multiplicados. La tarea no era fácil, pues aparte del hecho de que todos los sistemas se fundaban sobre patentes imaginarias o apócrifas, ellos estaban en manos de Potencias autónomas que sin duda no se entregarían en cuerpo y alma al Gran Oriente, sin contrapartida, ya que se trataba de verdaderos fondos comerciales. El Gran Oriente pone en marcha en 1773 una Comisión de Grados en la que figuraban Bacon de la Chevaliere, el conde de Stroganoff y el baron de Toussainet, pero la Comisión se revela rápidamente ineficaz. Por otra parte, la viejas estructuras capitulares de la Gran Logia, aún cuando ellas estaban en total decadencia, rechazaban comunicar sus cuadernos de grados; será necesario esperar hasta 1780, luego de la constitución de un Soberano Consejo Sublime Logia Madre Escocesa del Gran Globo Francés, Soberana Gran Logia de Francia, por queLabady propone al Gran Oriente, vía los Filaleteos, una transacción reuniendo el Soberano Consejo y aquel de los Echarpes Blanches de la Logia des AmisRéunis que animaba Savalette de Langes. Finalmente, y yo abrevio, como la oferta no tiene buen resultado, Labady entrega los archivos y la estructura capitular de la antigua Gran Logia que renace de sus cenizas en la forma del Gran Capítulo General de Francia, en 1786.
UNIFICACIÓN
Un gran paso acaba de darse, pero otra cosa fueron con los Directorios Escoceses. Desde 1773, Bacon de la Chevaliere se mostraba favorable a la integración en el seno del Gran Oriente, pero éste, del cual él era miembro, no parecía para nada apurado de fundirse en la nueva estructura y le costó esperar hasta 1776 para que un Tratado de Unión fuera firmado y reconociera su especificidad. Existía por último un tercer
grupo, el de la Madre Logia escocesa de Francia que lleva el título distintivo de Contrato Social con el cual el acuerdo fue más difícil pero que se realizó finalmente en 1781 obligándola a abandonar su título de Madre Logia, pero autorizándola a crear Talleres superiores. Esta política de reconocimiento debía permitir al Gran Oriente controlar todas las masonerías paralelas que amenazaban su autoridad. Procedía de la misma manera con los grupos menos importantes, como aquel creado por la familia Chef-debien, llamada Rito primitivo de Narbona, la Vieillebru de Toulouse y l’Anglaise de Burdeos. Será lo mismo con el Grand Chapitre de Rose Croix del Dr. Gerbier, y más tarde con Heredom de Kilwinning de Mathéus. En 1786 es el Gran Capítulo General quien en acuerdo con el Gran Oriente confiere los grados
superiores donde se propone una síntesis en cinco Órdenes, lo que le permite controlar los grados simbólicos, que son su vocación, y vía el Gran Capitulo General, el de Elegido, el de Escocés Caballero de Oriente y el de Caballero Rosa Cruz. El Gran Capítulo General es históricamente el heredero de diferentes tradiciones capitulares donde la Gran Logia, a través de sus diferentes Consejos (Príncipes de Oriente, Emperadores de Occidente) había sido el propulsor, el ofrece en 1786 la síntesis de la masonería escocesa - entiéndase esta palabra sin ningún significado geográfico-, capitular. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es más tardío; él procede de un rito de perfección de veinticinco grados de origen Bordelés, que después de haber transitado por Charleston y Santo Domingo, es traído en su forma actual desarrollado en 33 grados por De Grasse Tilly en 1810. Este rito pretendidamente antiguo tenía la ventaja, en la atmósfera contrarevolucionaria que reinará en Europa justo hasta 1848, de ser francamente deista y ofrecer un compromiso aceptable entre el liberalismo filosófico hijo de la Ilustración y la nostalgia romántica de viejos dogmas. La multiplicación de los Altos Grados no es sin relación con la sed de distinción, que la sobriedad de las cuatro Órdenes del Rito Francés no estaba en condiciones de satisfacer.

Charles PORSET
Miembro del Instituto de Estudios y de
Investigaciones Masónicas (IDERM) Francia
Documento Extraido en su integridad de la Revista "Cultura Masonica".Es

miércoles, 17 de marzo de 2010

El Principito


El Principito es una Obra Ejemmplar que narra la historia de este singular individuo que en la caida de su avion al desierto recorre una serie de lugares y mundos, cuya enseñanza aprendida le muestra que lo escencial de la vida muchas veces esta escondida en lo mas profundo de uno mismo. Un libro dedicado a todos los niños del mundo, pero de singular lectura para adultos que aun no olvidadn que todos alguna vez lo fuimos.

El presente material esta en formato mp3 es un audio libro que espero disfruten en compañia de sus seres queridos o porque no en una noche apaciguada e ideal para meditar.

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lunes, 8 de marzo de 2010

Primera Edición del Rito Francés de 1783-1786-1801 en castellano


Los francmasones de habla hispana siempre han adolecido de literatura especializada en francmasonería, y no se diga manuales, rituales y otras publicaciones de instrucción. Entre esos grandes huecos se encuentra las referencias en castellano acerca del Rito Francés Moderno. De las primeras ediciones contemporáneas se encuentra el ritual adaptado por el Gran Oriente Latinoamericano en 1996, posteriormente en España con el advenimiento de las logias del Gran Oriente de Francia existiría la versión de su modalidad simplificada y restablecido, aunque estos rituales eran y son de uso interno, y al no existir casi referencias, ha sido muy difícil para los francmasones interesados en este Rito, poder instruirse y verificar su forma y fondo.


De esta forma estimulados además por la creciente demanda de información y contacto de Hermanos y Hermanas hispanoamericanos, se fundó en el mes de marzo de 2009, desde una óptica extraobediencial, el «Círculo de Estudios del Rito Francés Roëttiers de Montaleau», un proyecto que deseamos aúne diversidades y singularidades, por lo que cual este gran gran iceberg, queremos mantenerlo fuera del calor de las polémicas y las rencillas.
Sus metas se conjuntan a dar de conocer diferentes trabajos sobre el Rito Francés, propios, diversos, aledaños y obras complementarias. En este impulso se decidió traducir la máxima obra de referencia del Rito Francés, y también una de las más importantes de la francmasonería, por sus fundamentos históricos y simbólicos, que rescata la primera francmasonería especulativa, de los “Modernos” de la Gran Logia de Londres, Escocia e Irlanda.

De esta forma tardo un año la traducción, adaptación, reconstrucción, interpretación y edición comentada del Ritual llamado Regulador, el cual es el primero en su completismo en el mundo, ya que en su lengua nativa, nunca ha existido una versión tan completa y propositiva.

Ahora para dar acceso a este material a tod@s francmasones del mundo, sin importar su Obediencia, Gran Logia, Gran Oriente o practica ritual. Por el apoyo de la Editorial Masonica.es

El Ritual ya se puede conseguir en España y proximamente se realizara su anuncio oficial de su distribución en México


A continuación exponemos una explicación acerca del trabajo de este ritual:

Por Victor Guerra (España)
Decía, Ludovic Marcos en un artículo publicado en la Revista Cultura Masónica, “que aquellos que profesamos querencia por el Rito Francés tenemos toda una tarea por desarrollar”, contra tirios y troyanos, y en pro de la Humanidad, cuyos objetivos podemos condensar en la labor de desarrollar una herramienta capaz de integrar tradición y modernidad haciendo de ello un punto de Unión Masónica, desde la singularidad y la pluralidad.

Es verdad que cuanto más se investiga y se profundiza en el RF, su nacimiento y desarrollo, sus aposturas y ausencias; que muy bien describen muchos autores desde una perspectiva crítica; más nos damos cuenta de la ingente tarea que nos hemos propuesto una serie de Hermanos, que hemos hecho de tal Rito y Ritual, nuestra hecho diferencial, desmarcándonos de ostros sistemas ya conocido y publicitados.

Nosotros los que animamos el Circulo de Estudios de Rito Francés Roëttiers de Montaleau, nos hemos echado a la “espalda” esa tarea que ya han emprendido otros autores en otras latitudes, serios estudiosos y masonólogos como: Pierre Mollier, Ludovic Marcos, Charles Porset, Jean Van Win, los cuales han ido abriendo los surcos historiográficos, clarificadores y desmitificadores acerca del Rito Francés, con una serie de trabajos, de los cuales algunos ya han sido vertidos al castellano y publicados en nuestros blog y páginas webs.

Otros trabajos en cambio serán traducidos con la intención de ampliar el espectro de las publicaciones dedicadas al Rito Francés, entre ellos está el proyecto de traducir los dos tomos dedicados al Rito Francés en los siglos XVIII y XIX de Ludovic Marcos, que serán un buen complemento histórico para entender este ritual.

Amén de que tenemos en cartera en conjunto con la Editorial Masónica. Es, otras aportaciones que irán sumándose poco a poco al bagaje del Rito Francés y que colocamos al servicio de la comunidad masónica.






¿Porqué el Régulateur?
Para la mayoría el Rito Francés ha sido todo un descubrimiento en esa búsqueda del Maestro Masón de intentar desbrozar el mundo simbólico que le rodea para poder ver con claridad. Esa es la tarea que nos hemos autoimpuesto y que ha sido la que nos ha llevado a emprender el querido y añorado trabajo de verter al castellano una obra insigne para todo masón practicante y amante del Rito Francés como es el Régulateur de 1801.

Desde hace años tal facsímil, trabajado por la experta y sapiente sabiduría de Pierre Mollier, unido a la indicación del hermano Joaquim Villalta (España) de consultar otro autor que ha trabajado el Régulateur, como es Joseph Castelli, y sin olvidar los trabajos al respecto de Daniel Ligou, son la base permanente de consulta y búsqueda constante de referencias y contrastaciones. Textos que encendieron la mecha para que desde el modesto quehacer del Circulo de Estudios Rito Francés Roëttiers de Montaleau, emprendiéramos el vertido del viejo facsímil del Régulateur al castellano, a cuya tarea se sumaron uno tras otro desde el infatigable Hermano Joaquim Villalta, luego los Hermanos Rodrigo Álvarez Reynal (México) y más tarde la Hermana Lila Lorenzo(México), haciendo viva una de las carencias de las que habla Marcos, de la Universalidad y la Mixtidad y el RF, ya que nos hemos reunido desde la diversidad de ópticas obedienciales y logiales, pero sin formar escuelas, o divisiones frentistas, o banderas de vanidad y reconocimiento, sino con la idea franca y pura de trabajar en pro del Rito Francés.

Nosotros, Hermanos de distintas latitudes y visiones hemos intentando que el proyecto no fuera una traducción sin más, conscientes de que no somos ni traductores ni escritores, sino Hermanos preocupados por la Masonería que afrontamos los retos como nos vienen, y que sacamos tiempo donde lo haya para que otros Hermanos puedan no solo disfrutar de este ritual vertido de la lengua de Voltaire a la de Cervantes, con la sola intención de que haya un texto en castellano asequible, en todos los sentidos, y cuyo objetivo en este caso concreto, es que esté lo más completo posible, uniendo a las traducción realizada desde el Régulateur, varias conformaciones e indicaciones y recogidas de otros trabajos anteriores.

En esa tarea nos fueron imprescindible los trabajos de Mollier[1] y Casteli[2] y Ligou[3], para poder al final de todo el proceso de traducción poder contar con un texto no académicamente perfecto, y pegado literalmente al Régulateur, sino que pudiera ser un texto que cumpliera una de las máximas que nos habíamos propuesto a la hora de afrontar esta tarea, poder trabajar con tal texto ritual base en nuestros talleres y logias sin más impedimento que querer hacerlo, una obra culminante y heredera de la tradición de los Modernos que esparce el entendimiento simbólico y filosófico de lo que representó la masonería continental del XVIII de la que el Rito Francés es el único heredero viviente de su primigenia estructura creada por la Gran Logia de Londres, allá por el 1717. No en vano, el Rito Francés es denominado también Rito Moderno o Rito de Fundación.

Queríamos con esta apuesta además sacarnos de forma egoísta un trabajo de encima, tener que afrontar la petición continuada de Hermanos de allende de los mares que una vez y otra nos requieren rituales y catecismos, o cuadernos de formación para poder utilizar en sus trabajos o poder contrastar con los que ellos manejan, sabedores en algunos casos de que están trabajando con herramientas perladas de todo tipo de intromisiones y colonizaciones rituales.


No deseamos hurtar el espacio de las Obediencia, ni tenemos manera ni capacidad ni deseo para ello, ni queremos pisar ese espacio como leales pero críticos masones que somos cada uno de su propia Obediencia, y logia. Pero es claro que el trabajo de expandir los trabajos de RF deben llevar también parejo algo más que entregar grados del Vº Orden, Diplomas y Patentes; deben también conllevar la facilidad necesaria para que esos hermanos puedan contar con herramientas vertidas a su lengua, desde la posibilidad y el poderío, y no dejarles en la pedigüeña situación de tener que solicitar, o comprometer o pedir favores a los Hermanos de este lado del océano par que se les envíe rituales y otras herramientas de trabajo referentes al RF.

Como no nos hemos querido implicar en ese contrabandeo, de este sí, aquel no, ahora le pido como favor a un Consejero el poder entregar rituales y como tal otorgarlos, y otras cuestiones de estilo parecido, y siendo de la idea de que tales rituales deberían serles otorgados por derecho nada más recibir patentes y diplomas de Reconocimiento del Rito Francés, por parte de quien le compete en esa labor de difusión.

Pero no queriendo vernos implicados entregando algo que no podemos hacer ya que nos hemos comprometido a ello, pero que pensamos que a su vez es patrimonio de toda la universalidad masónica, es el motivo por el cual hemos emprendido esta traducción del Régulateur, que es una obra abierta y propiedad de la Comunidad Masónica, aunque fruto particular del trabajo del Gran Oriente de Francia, al que desde aquí damos las gracias por colocar tal trabajo a disposición de la comunidad masónica, así como a los autores que hemos tomado como referencia.

Un ritual abierto, como decimos propiedad de la universalidad masónica que además es el punto de partida, o de encuentro, para todos aquellos que nos encontramos dentro del sistema ritual de los “Modernos”.

Esta homogeneidad nos permite poner en manos de todos aquellos que lo necesitan o lo precisan algo que les es necesario y vital, a la vez que nosotros podemos soslayar tanto impedimento, a la vez que saciamos tanto vacío y precariedad como estamos constatando, de ahí que estemos trabajando para que ello sea posible.


El Régulateur de 1783-1801
Frente a una multiplicidad ritualista que se venía dando en la línea de los llamados “Modernos” radicada en Francia y con todo un desarrollo singular, la cual no altera en demasía la esencia del Rito, pero en su conjunto tales rituales presentaban un panorama textualmente diverso dada la independencia que mediaba en esos momentos en las logias azules simples o en las Logias Provinciales y Logias Madres, cuya diversidad de formas y maneras era introducida en función de los usos y costumbres logiales, como vemos por las protestas, por ejemplo de la Logia Madre “escocesa” de Aviñón que lo hace en contra de cambiar determinados usos o costumbres que ella presenta como genuinamente identitarios, eso sí de su peculiaridad administrativa y logial..

Esta diversa situación ritual va a traer consigo la idea de que dentro de esa autonomía de las logias, o por encima de ellas, debía de haber una configuración ritual que comprendiese a todos, pero tal propósito no podía deslindarse de otras situaciones que se estaban dando en la masonería de aquellos momentos.

Por un lado la polémica entre “masones racionalistas contra la vieja mística masónica anclada en la Revolución” o los contornos de independencia logial y paralización por luchas intestinas que se daban en el seno de la Gran Logia de Francia, la cual aún permanecía sumida en las ideas y conceptos del viejo régimen, con cargos vitalicios y heredables, formas feudales y arcaicas y místicas que no casaban bien con la idea de una “Republica Universal” de los masones y la mutación moderna que estos pretendían,.. etc

Toda esa situación se verá afectada por un cambio radical como es la reforma que lanza el Duque de Montmorency-Luxembourg, entre cuyas directrices destaca la idea de implantar un modelo obediencial cada vez más novedoso y centralizado, tal vez en contra del cosmopolitismo masónico que planteaba una Europa masónica, ya que lo que se quería articular era, en cierto modo, lo mismo pero desde una base nacional, o sea fijar un modelo centralizador sin perder la idea del cosmopolitismo universal de la Orden Masónica. En esas tesituras se va a plantear la reformar de la llamada Primera Gran Logia de Francia, que terminará transformándose en el Gran Oriente de Francia.


En ese contexto nace también la idea de articular un herramienta ritualista que fuera común para todas las logias; más que nada se pensó para los Altos Grados, pero finalmente alcanzará también a los grados azules; que se engarzaran en ese fuerte tren de reformas, entre las cuales estaba la fijación o normalización de los rituales.

Desarrollo y diferencias rituales que no vamos a tocar ni de refilón, ya que ello supuso el trabajo de nada menos que doce años de intensos debates en el seno de la organización masónica francesa, y en los cuales participaron en las primeras hornadas masones de la talla de Bacon de la Chevalerie, Bres de la Chaussée, Lalande, Guillotín o Savalette de Lange, primeras espadas de una revolución que planteaban esa creación de nuevos rituales “como agentes, que eran, de una culturización y que ponían en marcha con la idea de favorecer la difusión de las reformas masónicas concurrentes”[i] queriendo, como no, contrarrestar en nombre del “conocimiento y Luces de las logias” otras corrientes ritualistas como el Rito Rectificado, y otros grupos de presión de carácter masónico enlazados con los proyectos más critianizantes del siglo XVIII.

Tensiones que siempre van a estar presentes en la masonería que se pueden magnificar en el Convento de 1849 cuando se oficializará la invocación del GADU integrado en el trilema de Libertad, Igualdad y Fraternidad, hasta llegar a 1877 donde primará la Libertad absoluta de Conciencia. Todo un trayecto de tensiones y debates intensos e interesantes.

Fruto de todo ese conglomerado temporal y de situaciones directas y trasversales nace el Régulateur du Maçon, que como nos explica Pierre Mollier, es en la decimosexta asamblea (1781) de las tres Cámaras reunidas (Cámara de Administración, Cámara de París, y Cámara de Provincias) donde se ataca el problema de la redacción de los grados simbólicos, donde el Hermano Lalande, presenta un proyecto preparado para el Grado de Aprendiz y de cuyos trabajos y consensos en los que intervienen entre otros Salivet, y Roëttiers de Montaleau (garante del proyecto emprendido) que tras no pocos debates, en la Asamblea del 24 de junio de 1784 presentan un texto con los tres primero grados realizados por las tres Cámaras, no se debe perder de vista la tensión y presión que existía entra la Cámara de Paris y la Cámara de logias Provinciales; aunque no por ello deja de haber logias que se oponen a la fijación de los rituales en función de sus propias consideraciones. Finalmente es votado el cuaderno del grado de Aprendiz el 15 de julio de 1785

El GODF oficializará tal texto en 1786, que es lo que hoy conocemos como la codificación del Régulateur du Maçon, que fue difundido mediante un buen número de copias que las logias adquirían en forma de cuatro transcripciones manuscritas por unas 45 L (tres ejemplares para el Venerable y los dos Vigilantes, y uno para el Hermano Arquitecto-Preparador). Finalmente el texto fue impreso en 1801, por supuesto guardando fidelidad al documento de 1786.

La primera parte de este Régulateur de 1801 contiene la Ceremonia de Iniciación y sus desarrollos, en un segundo plano están las Instrucciones, ocupando la Obertura y Cierre de los trabajos rituales siendo una parte más modesta e intercalada entre los otras partes, cerrando el trabajo el Ritual de Trabajos de Banquete.


El Simbolismo francés se universaliza
Finalmente todo el simbolismo que se manejaba en el seno de la Gran Logia de Francia y luego en su sucesora el Gran Oriente de Francia se condensa en unos textos de referencia que tuvieron un largo y complejo parto en medio de una transversalidad de objetivos y reformas, como ya hemos visto, en las cuales, como es natural, unas logias sentían como les eran arrebatados sus predios, y otros talleres en cambio optaban por esa combinación de adoptar un modelo masónico universalista de corte centralizado, que conforma el hexágono francés, y por tanto el modelo masónico del Gran Oriente de Francia.

El Régulateur del Maçon, o Regulador del Masón, es fiel para sorpresa de muchos no solo a los rituales de 1740-1760 sino al espíritu de la primera Gran logia de 1717, integrando usos masónicos ingleses desconocidos, de los cuales algunos estaban en las divulgaciones francesas de 1740; de hecho puede compararse los textos rituales de dicha época como la Maçonnerie disséquée de Prichard.

Se logra tras ese largo proceso ya descrito, concertar una serie de reglas para poder universalizar la entrada en logia y evitar posibles errores de entrada de profanos; a la vez que se aborda todo un complejo estudio y codificación de los elementos periféricos al trabajo masónico como los tableros de logia, las meditaciones de los recipiendarios, etc... e incluso reglas administrativas para las logias. Esa adopción conlleva además la desaparición de otros elementos más propios del universo escocista que fueron presentados y defendidos para su inclusión en el texto del Régulateur, por poner un ejemplo por la Logia Madre “escocesa” de Aviñón, cuestiones como la copa de amargura, la purificación por el fuego y el agua. Fruto de toda esta renovación es la que nos anota de forma cuasi anecdótica Daniel Ligou de la desaparición de los rituales la palabra “real” que es reemplazada por la palabra “masónico”.

Por tanto lo que ahora hemos traducido, analizado y contrastado, es el primer ritual de Rito Francés conforme a lo que nos ha llegado procedente del Archivo del Gran Oriente de Francia, y que posteriormente han puesto a nuestra disposición tanto Ligou, como Mollier o Castelli.

Los viejos cimientos de la Renovación
Sería interesante poder en este trabajo analizar cómo la recuperación de las viejas bases rituales de 1717 lanzaron toda una renovación masónica, planteada a lo largo décadas por los “modernos” observando los cambios, las mutaciones y los modismos, así como sus consecuencias, sus diferencias y singularidad, para de este modo poder contrastar en una labor cuasi arqueológica lo que es genuino y lo que se ha ido añadiendo, y pasando por ser rito francés, o simplemente por masonería.

Eso es lo que venimos abordando desde el Circulo de Estudios del Rito Francés Roëttiers de Montaleau, y que algunos precursores del pensamiento único, califican de “guerra ritual”, lo cual creemos que sería interesante ponerlo de manifiesto pero cuya labor y desarrollo desbordaría este Ritual, pero no por ello dejarán de estar presentes en otros trabajos que pretende llevara adelante el Círculo.

Nuestra idea y proyecto es ayudar a que los viejos cimientos rituales, que pese a que hay quien manifiesta que no hay grandes diferencias simbólicas con el escocismo, parece querer olvidarse de que hay otras diferencias no tanto de organización como de concepto y de filosofía que en definitiva también marcan la diferencia; tal vez tamizada en el caso de una organización como el Gran Oriente de Francia, que para dar cabida a todos los trabajos, iguala o rebaja determinadas cargas en sus sistemas ritualísticos con la intención de que todos sus ritos tengan cabida en la organización y que todos los Hermanos tengan el mismo marco general de consenso.

En general las diferencias están presentes a veces de forma abrupta y de forma sutil, y se trasponen en cuestiones a veces tan simples como las posturales, tal y como se puede ver en la puesta al Orden de Aprendiz en francés y escocés, que desde luego evocan filosofías, predisposiciones y conceptualizaciones distintas del trabajo en logia

Por ese motivo los viejos cimientos que marcaron toda una singularidad que se fue agudizando a lo largo del siglo XVIII, y que terminó en toda una deriva en el siglo XIX con marca desarrollo propio como tal Rito Francés “moderno”, eso sí perdiendo importantes batallas y citas de no menos talla, como nos expone Ludovic Marcos en su trabajo introductorio a este ritual, pero permaneciendo fiel al origen a la vez que permeable a aquello que le permita expresarse en la sociedad de hoy, ajustándose a los tiempos, y más que se debe ajustar para estar también presente en el futuro de las logias del siglo XXI, con la misma frescura y sensibilidad, y sin prestarse a mutaciones extrañas para complacer querencias o modas, sino queriendo ser un ritual moderno sin olvidar la sencillez ritual que nos ha sido legada.


TOMADO DE LA RED SOCIAL "FRANCMASONES"
http://francmasones.ning.com/

jueves, 4 de marzo de 2010

Rehabilitacion del Blog

Saludos HH.´. Todos. El motivo de la presente entrada es darles de nuevo la bienvenida a nuestro blog. Que por decisiones de las respectivas Camaras se ha decidido Reabrir. Por lo cual un Servidor se siente congratulado de dar esta nueva entrada. Esperando la contribucion y difucion de trabajos y logros en el Gremio Masonico y Enaltecimiento de esta noble Fraternidad. Les dejo un Post sobre el manuscrito Regius, esperando les sea de gran ayuda.

Tambien les hago de su informacion la Pagina en Twitter y Facebook
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